01 Febrero 2020
La Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, a través del Museo de Arte Moderno (MAM), en colaboración con Design Week México. Presentan la exposición "Cuba. La singularidad del diseño". Es una muestra colectiva sobre diseño cubano curado por Jimena Acosta del MAM e Inbal Miller.
Presentada en el marco de los 500 años de la fundación de La Habana,, la muestra examina el diseño y la arquitectura concebidos bajo la pauta ideológica de la revolución cubana de 1959, observa los distintos alcances y materializaciones que dicha doctrina tuvo en el ámbito de la construcción y de la producción material e iconográfica.
Por tanto, evidencia el papel protagónico del diseño en la construcción material e ideológica de Cuba, mismo que es único en la historia moderna del diseño en América Latina. La exposición reflexiona a ese respecto a través de los siguientes temas: la educación, la identidad nacional, la tradición y la vanguardia, los años setenta: la influencia escandinava y el arte Pop, el entretenimiento y la internacionalización, y el diseño para el bienestar social.
La estrategia de comunicación visual de la Cuba revolucionaria involucró a un grupo importante de artistas como lo son: Félix Beltrán, Helena Serrano, Alfredo Roostgard, Antonio Pérez "Ñiko", Eduardo Muñoz Bachs, por solo nombrar algunos. Ellos produjeron la iconografía por la cual seria reconocería, no solo a Cuba y su revolución, sino a un tipo de plástica eficiente en sus recursos, inteligente y precisión en su mensaje que influiría a futuras generaciones de artistas.
La parte gráfica se compone de 26 carteles, que exhiben el progreso de revolución y un tipo de plástica elaborada con poco texto, dirigida a la población mayoritariamente analfabeta, y con influencia escandinava y del arte Pop. Y es que, antes que destruir, Cuba reinterpretó y reutilizó lo que ya tenía. Los artistas gráficos pasaron de crear carteles para vender productos, a diseñar propaganda política y cultural.
Todas las piezas en esta exhibición ponen evidencia cómo, a pesar del apuro económico y el bloqueo comercial, Cuba supo concebir un estilo propio en el diseño que le distinguió en el mundo. Tras el triunfo de 1959, la isla vivió una profunda transformación y el diseño no se quedó al margen: “La Revolución pensaba en igualdad para todos, alfabetización y cultura para todos; el diseño fue una herramienta para educar y vincular a la gente con ella”, dijo la historiadora del arte y curadora, Inbal Miller Gurfinkel.
“Siempre se habían mostrado esfuerzos independientes, en México se conoce mucho sobre el cartel cubano porque influyó mucho; pero esta vez, al mostrarlo en conjunto, se entiende cómo acompañó a las diferentes disciplinas del diseño y cómo estuvo al servicio de la Revolución”, añadió Miller.
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