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Los libros gozan de cabal salud

Las estadísticas de los últimos años prueban que, contrario a lo que se creía, la mayoría de las personas prefiere comprar libros impresos en vez de digitales


En los últimos años con la popularidad que han alcanzado los libros electrónicos, mejor conocidos como e-books, muchos piensan que la producción de libros impresos es una industria agonizante, y a pesar de que vivimos en un país donde se leen menos de cuatro libros al año, su impresión está más viva que nunca. La cifra anterior está respaldada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), donde señala, además que la industria editorial es una de las más golpeadas en estos tiempos por el aumento en el precio del papel, la depreciación del peso, el menor poder adquisitivo de la población, los recortes presupuestales del gobierno y hasta las decisiones del presidente de Estados Unidos que si bien tambalean al sector no han podido con él.

Durante la pasada edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM) presentó un balance del 2016 donde destacan la producción de más de 137 millones de ejemplares del sector privado, de los cuales solo 42.5 millones se destinaron a los libros de texto gratuito para secundaria, el programa nacional de inglés y diferentes bibliotecas escolares del país. Carlos Anaya, presidente de CANIEM comentó que, entre otras cosas, el sector editorial busca crear más ferias y desarrollar nuevos lugares donde exhibir los libros, también se piensa ampliar la red de librerías a través del apoyo de la Secretaría de Cultura y Educación en los estados y con el apoyo de las universidades estatales.

En 2016, la agencia encargada de asignar el número único de trece dígitos a las publicaciones, la ISBN en Latinoamérica registró un total de 189,857 títulos, lo que representa una caída del 3.4% frente a los 196,450 títulos en 2015. En promedio se registraron 519 títulos al día. Por su parte, la Feria del Libro de Frankfurt publicó recientemente el informe The Business of Books 2017, el cual ofrece un panorama del comportamiento del mercado editorial mundial y entre los hallazgos destacan que las ventas de libros siguen concentrándose en Alemania, China, Estados Unidos, Francia, Japón y Reino Unido, dichos mercados agrupan casi el 70% de los ingresos generados por venta y muestra signos de constante crecimiento.

Hablando del libro digital, este representó un crecimiento del 24%. De acuerdo con cifras de Publishers Association de Reino Unido, la primera caída en el negocio digital tuvo lugar en 2015 cuando las ventas se desplomaron 1.6%. A la par, los libros impresos crecieron 0.4% en ese país. En Estados Unidos pasó algo más grave ese mismo año, las ventas de e-books cayeron 14%, según datos de Association of American Publishers. En México, la tendencia fue algo parecida, pues el INEGI reportó que el 86.3% de los lectores nacionales prefirió un libro impreso, 8.7% uno en versión digital y solo el 5% ambos. Amazon, el gigante del comercio electrónico abrió una tienda en Manhattan y esta sucursal nada tiene que ver con el e-commerce, se trata de una librería donde se venderán libros impresos. Amazon Books en Nueva York es la onceaba sucursal, pues planean replicar el concepto en ciudades como: Portland, San Diego, Walnut Creek, Seattle, Chicago, Dedham, Lynnfield, Bellevue y Paramus. Si hasta la tienda digital más grande del mundo lo sabe, los libros impresos no han muerto y parece que no lo harán pronto.

Y es que nada supera la experiencia de tener un libro en las manos, en un mundo lleno de avances tecnológicos los libros impresos son un refugio después de pasar horas frente a un computador. La tendencia, indican los expertos seguirá inclinando la balanza por las versiones físicas.