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¿Hay un plan adelante?

Los impactos del covid-19 en la industria gráfica brasileña.

01 Septiembre 2020

Por Hamilton Terni

Luego de 5 meses desde el inicio del decreto de la pandemia y la distancia social, todos, de alguna manera, tuvieron que adaptarse a esta situación. Algunos bien, otros muy mal. Si miramos a las empresas y, en concreto, a las imprentas, vemos que el segmento de empaques impresos -plegadizas, flexibles, ondulados- fue el que menos impacto sufrió, principalmente en las cadenas de producción alimentaria y farmacéutica. De hecho, no existe un segmento gráfico que no haya tenido impactos significativos, especialmente el de material impreso comercial y promocional, seguido del editorial.

¿Cuántos se vieron afectados en su facturación? 94,4% según la segunda encuesta realizada por Abigraf (Asociación Brasileña de la Industria Gráfica) a principios de julio, con un universo de más de doscientas empresas ubicadas en 15 estados brasileños. 61% de ellas registrarán una caída entre el 55% y el 85%.

Por supuesto, no se trata de una muestra estadística con todos los parámetros adecuados, pero tampoco podemos ignorarla. El 79% de los encuestados tuvieron una caída en la producción, el 40,2% tuvieron cancelaciones de pedidos y el 53,7% reportaron clientes con problemas de pago.

Según la estadística de otra asociación –Afeigraf– que agrupa a los fabricantes internacionales de equipos, en el primero semestre la actividad de impresión, que incluye periódicos, revistas, libros, papel moneda, adhesivos, etiquetas, formularios publicitarios y promocionales, incluidos lienzos y vinilos, prospectos y manuales, la caída fue de 33,6%. En el rubro de papel, cartón y embalajes ondulados, la caída fue del 2,5% respecto al primer semestre de 2019. Los embalajes de plástico, sin embargo, crecieron un 1,8%. En los primeros seis meses de 2020, la industria gráfica despidió a 26 mil 789 trabajadores, lo que representa una contracción del 12,2% en el número de vacantes respecto al mismo período del año pasado.

¿Cuántos siguen esperando una reanudación real del negocio? Buena parte, sin duda. La gran pregunta que todavía surge para la mayoría de las empresas es: ¿vamos a reanudar el negocio en los niveles anteriores a la crisis? ¿Con los mismos clientes? ¿En los mismos mercados?

Sé que la vida cotidiana y la supervivencia en esta crisis ocupan todos los espacios, pero tenemos que pensar en el futuro y no solo reaccionar ante lo que ha estado sucediendo. Tenemos que pensar en la continuidad del negocio, los retos, por supuesto, pero también las oportunidades que tendremos por delante.

Parece que viviremos con el virus durante mucho tiempo hasta que llegue una vacuna que funcione y que se pueda distribuir y aplicar eficazmente. Solo esto nos lleva a planificar en estas circunstancias durante al menos medio año en 2021.

En el caso específico de la industria gráfica, los desafíos de enfrentar el mayor uso de lo digital en relación con el material impreso muestran que en un mundo más digital, el material impreso es un diferencial y su importancia en el detonador del ciclo de información del cliente. Por un lado.

Por otro lado, para afrontar los cambios acelerados de los clientes en sus procesos más digitalizados, su desconfianza en el uso del papel y la forma de implicación y compra a sus proveedores.

Pues una de las consecuencias de la crisis actual es la aceleración de tendencias: digitalización, transformación digital, sostenibilidad, entre otras.

La transformación de la imprenta va más allá del producto que imprime. Implica integrarse con el cliente y ayudarle a satisfacer otras necesidades que pueden incluir o no la impresión. Como la ayuda a los equipos de marketing en el diseño de comunicaciones personalizadas, en la logística relacionada con productos con material impreso, en las interacciones con los clientes del cliente, en la facilitación de compra y personalización.

La inteligencia artificial avanza rápidamente en diferentes aplicaciones, en todas las actividades. Y no es ni será diferente en las aplicaciones gráficas.

Programar automáticamente trabajos en producción, establecer conexiones con clientes para aprobaciones remotas de acuerdo con requisitos establecidos, interactuar con sistemas de inventario y logística, conexiones automatizadas con proveedores para entregar el material. Y por ahí se va.

O sea, es un momento desafiador que exige no solamente sobrevivir sino establecer un plan para lo que vendrá adelante.

¿Estarán las imprentas brasileñas preparadas para eso? Es lo que veremos en los próximos meses y años.

Hamilton Terni Costa
Es maestro en gestión enfocado en innovación y director de AN Consulting, consultora especializada en el mercado gráfico y su transformación.