Ofrecer la última tecnología en impresión de envases es la clave para el éxito de este exigente mercado
Gracias al avance de la tecnología, la aparición de nuevas técnicas, materiales y equipos de impresión los envases están en constante cambio en función de los gustos de los usuarios, modas, tendencias y estrategias de las grandes marcas. Así la Industria Gráfica se presenta como un fuerte aliado dentro de la impresión de envases, pues gracias a su desarrollo en los últimos años el producto puede ser identificado más fácilmente por el usuario final.
Una alternativa a los ya conocidos procesos de impresión es la personalización de productos de consumo con la impresión digital, traduciéndose en tiempos más cortos entre la concepción de la idea y su fabricación, permitiendo la impresión directa en envases aun con formas y curvas caprichosas. De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Envase y Embalaje (AMEE) en el 2017 se produjeron 11.3 millones de toneladas de envases, es decir tuvo un incremento del 4.6% con respecto del año anterior, comprobando su estabilidad en el país, y es que más del 75% de los productos en el mundo requieren de un envase. Bajo esta premisa la fabricación de insumos se ha especializado de tal manera que se han implementado procesos gráficos para atender dicha demanda. Parece que por fin la industria se ha puesto de acuerdo en que la buena calidad del producto, no lo es todo y necesita de un buen diseño directo en el contenedor para tener un impacto real a la hora de incrementar las ventas.
A escala global, de acuerdo con datos de la consultora Smithers PIRA el volumen actual de ventas de envases impresos digitalmente es de 10,500 millones de dólares, lo que corresponde a una cuota de mercado ligeramente inferior al 2.5% en el mercado mundial de la impresión de envases. Si bien se espera que en los próximos cinco años el volumen de envases impresos en equipos digitales se duplique, generando un mercado de 19,800 millones de dólares para el año 2020. Volviendo al tema de la impresión digital, una de sus bondades es que se pueden manipular los empaques, la tendencia va encaminada a producir recipientes híbridos, entre rígidos y flexibles que ofrezcan beneficios funcionales y ambientales que impacten en el punto de venta.
El envase o recipiente se conoce como “El vendedor silencioso” porque el diseño, la información y demás datos impresos son la clave para una diferenciación en el anaquel, para destacar de entre muchos productos similares. Un buen diseño tiene como finalidad llamar la atención del cliente, incluso cautivarlo, así como mostrar la información suficiente para convencerlo de que el contenido es real y de máxima calidad que cumple con todos los estándares necesarios. Un ejemplo de diferenciación es el caso de la campaña ‘Comparte una Coca-Cola’ que incrementó las ventas en un 4% en los mercados donde se comercializó. Cientos de latas con nombre aparecieron primero en Alemania, y lo que inició como una campaña de personalización local, terminó convirtiéndose en tendencia mundial replicándose en 32 países.
La oportunidad en tecnología inkjet para la impresión directa en las latas de Coca-Cola están basadas en tintas de curado UV aptas para impresión sobre PET, PP y PE entre otros materiales para impresión directa. Y aunque todavía le queda un cierto recorrido por realizar para mejorar velocidades de proceso, uso de más variados materiales y sobre todo en la reducción de costos en mayores volúmenes de producción, queda claro el potencial de dicha tecnología versus materiales industriales, formatos y geometrías, así como la capacidad de respuesta ante una tendencia creciente en la personalización de producto a gran escala. Otro tema que ha conseguido llamar la atención es el de los empaques inteligentes, que con el avance en la química de materiales han hecho posible almacenar, detectar, procesar y comunicar información de forma inalámbrica, casi como si tuvieran una mente propia.
Xerox ya ofrece soluciones de impresión digital para embalajes inteligentes a un bajo costo, es un tipo de etiqueta electrónica con microcircuitos impresos, una película delgada de plástico adhesivo que contiene hasta 36 bits de memoria regrabable. La memoria impresa de Xerox puede almacenar hasta 68 mil millones de combinaciones de datos distintas. Así se podrá monitorear el producto envasado, o implementar soluciones anti falsificación y antifraude entre muchas otras posibilidades. En la actualidad ante la abrumadora oferta de envases en el mercado, el diseño, color, forma y la marca deben combinarse efectivamente para persuadir al usuario a como de lugar.